El don de profecía no está reservado solamente para un grupo de creyentes de élite súper espiritual. De hecho, las escrituras prometen que en los últimos días el Espíritu Santo se derramará sobre todos en el mundo. ¡Esta efusión espiritual se manifestará con un resurgimiento del don de profecía que afectará a todos los creyentes, jóvenes y ancianos, hombres y mujeres, ricos y pobres!